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La rosa de las rectas


16/10/2022

Los cuatro cursos de EPV 1º han concluido y entregado esta semana la Rosa de las rectas (actividad nº 1 del tema 2). El nivel ha sido muy alto en los cuatro grupos. Voy a comentar algunos trabajos entre aquellos que han alcanzado el sobresaliente. Sólo una rosa será colgada en lo alto de la primera gloria (las glorias son los paneles del pasillo que sirven de exposición para todo el público escolar).

Recordad que la rosa es una brújula, una figura de orientación en el Plano básico (soporte de dos dimensiones, altura y anchura, donde discurren los distintos elementos: puntos, líneas y formas planas). En el vértice de sus puntas colocamos los puntos cardinales por analogía con el espacio geográfico. Es una cortesía por nuestra parte, para que las personas ajenas a la asignatura puedan entender la figura. Las puntas, en realidad, señalan grados dentro del sistema sexagesimal. La punta oriental coincide con los 0°, y a partir de aquí, siguiendo un sentido contrario a las agujas del reloj, medimos el giro completo en un total de 360°.

La rosa nos enseña también el orden jerárquico de las direcciones en el Plano (un marinero las llamaría rumbos). Están las principales (horizontal y vertical), las secundarias (diagonales) y las terciarias (en equilibrio entre las principales y las secundarias).

Imaginaos que vivieseis aplastados dentro del Plano, como polígonos de dos dimensiones. Vuestra vida discurriría ―quizá sin daros cuenta― pendiente siempre de las dos referencias principales, la recta o movimiento vertical y su opuesto horizontal. En entradas posteriores trataremos la fábula que convierte al Plano en una región habitable.

 
 

El trabajo se Indira (a la izquierda) viene presentado en un juego cromático de negro-rojo-blanco de mucha fuerza expresiva. Los sectores de 22°30´que separan unas puntas de otras se muestran por medio de un anillo bicolor, donde se alternan el blanco y el negro. Valeria, por su parte, ha recurrido también al contraste blanco-negro para crear un ajedrezado clásico.

 
 

Nicolás, en cambio, recurre a la alternancia negro-naranja (a la izquierda de la fotografía). Mientras que Alejandro (derecha) se sirve de dos colores, violeta y verde. El violeta se aplica a las puntas principales y secundarias, y el verde a las terciarias. El bisel adquiere relieve, en este caso, no por cambio de color, sino por la aplicación de dos valores de luz distintos: un violeta pálido en una parte y un violeta saturado y oscuro en la otra. Y lo mismo en las puntas verdes. De manera intuitiva, Alejandro ha manejado diestramente las tres coordenadas del color (matiz, saturación y luminosidad) que estudiaremos en el tema 6, dedicado a la Teoría del color.

 
 

Estos cambios de intensidad en un mismo color pueden conseguirse adecuadamente con los lápices, graduando la presión. Fijaos en la rosa de Nerea. En el centro de su corazón, los cuatro colores que han intervenido en la distinción de las puntas (negro-verde / rosa-amarillo) parecen confluir en una intensificación muy expresiva. Aitana (a la derecha) también ha creado cambios de intensidad de gran sutileza.

Por último, destacamos la caligrafía de Natalia, con unas minúsculas «lettering» trazadas a rotulador de pincel, que da gusto verlas.

Estos pocos trabajos que hemos comentado han cumplido las instrucciones de la actividad en un grado muy satisfactorio. Hay otros muchos que también hubieran merecido ser comentados, pero no tenemos tiempo para tanto. Sus autores aparecerán en las próximas crónicas. Os animo a continuar trabajando así de bien. ¡Vais a llegar muy lejos!